“¡La cara de felicidad de ese viejo, hermano, la locura de alegría en la cara de ese viejo! ¡Que alguien me diga si lo vio llorar abrazado a todos como lo vi llorar yo a ese viejo, que te puedo asegurar que ese día fue para ese viejo, el día más feliz de su vida, pero lejos lejos, el día más feliz de su vida, porque te juro que la alegría que tenía ese viejo era algo impresionante!
jueves, 19 de julio de 2012
FONTANARROSA, ROSARIO CENTRAL Y LA "PALOMITA" DE POY
“¡La cara de felicidad de ese viejo, hermano, la locura de alegría en la cara de ese viejo! ¡Que alguien me diga si lo vio llorar abrazado a todos como lo vi llorar yo a ese viejo, que te puedo asegurar que ese día fue para ese viejo, el día más feliz de su vida, pero lejos lejos, el día más feliz de su vida, porque te juro que la alegría que tenía ese viejo era algo impresionante!
viernes, 29 de junio de 2012
INVENTE DELPO, INVENTE: US OPEN 2009
Mi obligación es sincerarme. La frase del título la suelo utilizar para referirme a Riquelme, mi debilidad futbolística. Pero el 14 de septiembre de 2009, los halagos los saqué del frasco de Román para situarlos por un momento en el del tandilense Juan Martín Del Potro. Riquelme no tuvo problemas en prestárselos por un rato. Ése día,
El partido fue fantástico, de los históricos, que al fin y al cabo son los que ingresan y permanecen para siempre en la retina de los grandes acontecimientos del deporte mundial. 3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 6-2 fue la victoria de Delpo, que de esa manera se convirtió en el primer latinoamericano en subirse a lo más alto del podio en Flushing Meadows, después de Guillermo Vilas.
Siempre nos costó el cemento, una superficie, por tradición y recursos, esquiva para los argentinos. No obstante, Del Potro hizo fácil lo difícil. Cuando el US Open se presentaba como una utopía para nuestra Legión, con el tandilense volvimos a creer. A Nadal lo pasó por arriba en semis con un apabullante triple 6-2, colchón de confianza suficiente para soñar a lo grande e ir por la hazaña ante el gran suizo. Estuvo cerca (muy cerca) de batirlo ése mismo año en las semifinales de Roland Garros, aunque se le escapó por poco. Claro está, los grandes llevan consigo un plus, una sustancia de un científico aún no reconocido, que los hace reponerse cuando no están en su día o bien, cuando el trámite se presenta más complicado de lo normal. En aquella vuelta en París a Roger le alcanzó. En Nueva York, algunos meses después, no.
El primer set fue íntegramente para Federer, que dominó a su gusto los tiempos y no le permitió al argentino sacar a relucir el sólido andar que lo llevó al partido decisivo. El segundo parcial pintaba igual. Pero no. Del Potro caía 1-3, y se recuperó de forma asombrosa, como sí le sobrara experiencia a montones. La remó desde abajo y consiguió su recompensa, a base de esfuerzo y tremendos palazos (lo ganó 7-6).
El tercero fue 6-3 en favor del gran Roger. Salí de la radio rápido para llegar a casa y ver el cuarto set. Fui caminando, casi al trote, al mismo tiempo que me informaba por Radio Mitre en el programa de Nelson Castro como transcurría el partido. Cuando Federer se puso 6-5 arriba recuerdo que dijeron "al argentino le queda poca vida". Un insulto al aire obligado. Era sabido que el rival que Del Potro tenía enfrente es demasiado bueno, pero uno tiende a confíar en lo nuestro. Siempre. Y más al ser argentino. Porque el argentino suele sacar fuerzas en las difíciles. Y Delpo lo hizo. Levantó el cuarto, lo ganó 7-6, y luego dio cátedra en el quinto y último set: ¡6-2, palazo y a la bolsa!.
Federer, anonadado, incrédulo como pocas veces en su intachable trayectoria, no pudo aferrarse al sexto título consecutivo en los Estados Unidos. Una Torre pintada de albiceleste y proveniente de Tandil, copó la parada. El amor propio que hizo que el genial Roger Federer no fuera por enésima vez el mejor. Porque se topó con una Torre, que ésa noche, en ese instante único e irrepetible, fue imposible de derrumbar.
jueves, 10 de mayo de 2012
EL ÚLTIMO REY LEÓN AMERICANO
Como en toda la campaña, Estudiantes sustentó las bases del triunfo en su sólida defensa, siempre bien resguardada (sólo recibió dos goles en el trayecto de octavos de final a la serie decisiva, con los dos partidos frente a Cruzeiro inclusive). La incorporación del "Flaco" Schiavi para la semifinal ante Nacional de Uruguay (debido a las lesiones de Alayes y Angeleri) resultó ser una solución para el equipo, acoplándose a la perfección a la zaga central junto al "Chavo" Desábato. La defensa de Estudiantes, más allá de algún intento aislado de Wellington ó Kléber, no pasó sobresaltos, aspecto fundamental para partidos definitorios y en canchas complicadas.
Verón estuvo soberbio, la "Gata" Fernández también fue determinante, y Boselli -sana costumbre-, constantemente al acecho. Braña le hizo honor al apodo de Estudiantes, fue el "León" que se necesita en las finales. El primer tiempo se cerró sin goles: paridad absoluta.
La claridad distintiva de Verón, la garra del "Chapu" Braña, los goles de Boselli, las manos de Andújar. El "Pincha" fue un justo ganador de la edición 50 de la Libertadores, la copa que quieren ganar todos.
VIDEO. Imágenes de la revancha frente a Cruzeiro.
VIDEO II. Todos los goles de Estudiantes campeón de América 2009.
miércoles, 11 de enero de 2012
QUE NUNCA TE CORTEN LAS PIERNAS, MESSI
Es un barrilete cósmico. Y no importa el rival, el escenario, ni la instancia. Nunca importará. El pequeño gigante, el de la magistral definición, siempre tendrá un as bajo la manga para salirse del molde. Porque es de otra galaxia. Porque es de esos que salen cada un millón de años. Porque con su fútbol hizo más lindo al fútbol.
De derecha a izquierda, la clásica maniobra del principal acróbata del circo culé, el más vistoso del mundo. Casi siempre hace la misma jugada. Aún así, miles de víctimas seguirán sin entender cómo fue que el mago Lionel hizo ése truco.
El santo de la zurda endiablada. El capitán silencioso, de bajo perfil, que sólo habla en la cancha… y calla a los charlatanes. Los deja mudos. Así son los grandes de verdad.
Héroe en Camp Nou, villano en el Bernabeú, en el Calderón, en Wembley o en dónde sea. No pudo el Real Madrid, tampoco el Manchester United en la Champions, ni el Santos en Japón. Nadie podrá.
El niño eterno que jamás perderá de vista la pelota, su única obsesión. Le pegan, se levanta y sigue. En el potrero o en el Camp Nou. Con una pelota de trapo o con varios Balones de Oro. Es lo mismo. Él sólo juega a la pelota, juega al fulbito. Juega, juega y nunca deja de jugar.
Si canta o no canta el himno, da lo mismo -el himno se siente-. Y si no juega con el tobillo inflado como una manzana, también. Sólo pido que nunca te corten las piernas, Lionel.
Disfruto que seas uno de los nuestros, que juegues en el equipo de todos. Gracias por tu magia, Messi. Gracias por tu fútbol.